Hernia de disco: qué es y cuáles son los tratamientos disponibles

Especialistas miembros del equipo NOVAE Grupo Médico explican las causas de esta enfermedad y detallan los tipos de tratamientos disponibles, capaces de ofrecer a los pacientes recuperar su calidad de vida.

La columna está formada por vértebras separadas entre sí por los llamados discos intervertebrales. Estos funcionan como si fueran un “amortiguador” entre las vértebras y, además de amortiguar, permiten que cada cuerpo vertebral se articule sobre el otro y tengan cierto movimiento. Los discos son de un material diferente al hueso, que es rígido y compacto; en cambio el disco es de una sustancia fibroelástica que permite la amortiguación y, naturalmente, tiene cierta hidratación que le da elasticidad. 

“Es común en personas que realizan muchos esfuerzos o, eventualmente, hicieron algún trabajo de fuerza, que esos discos vayan deshidratándose, perdiendo esa elasticidad”, puntualiza el neurocirujano Jorge Mandolesi (M.N. 79.639), miembro del equipo de NOVAE Grupo Médico y agrega: “El disco con poca elasticidad puede romper un anillo que lo contiene, salir y meterse por donde pasan los nervios. Es ahí cuando surge ese dolor tan intenso”. 

Tratamiento tradicionales e innovadores
El tratamiento de los síndromes dolorosos se basa en una escalera terapéutica, es decir: van desde tratamientos más sencillos hasta los más complejos. 
Entre los tratamientos posibles están los conservadores, basados en fármacos para tratar el dolor y en kinesiología. También, dependiendo de la intensidad y la extensión del dolor en el tiempo se pueden realizar otros abordajes. “Nos referimos a aquellos bloqueos o tratamientos de radiofrecuencia pulsada, con los cuales aliviamos el dolor”, detalla el neurocirujano Lucas Garategui (MN 133.468). 

Entonces, cuando pasan dos semanas de tratamiento conservador y el paciente sigue con dolor, se escala y refuerza con un procedimiento conocido como “bloqueo”. El mismo, consiste en colocar medicación bordeando al nervio y al disco, lo que permite desinflamar específicamente la zona. 

Pero también existen situaciones donde ni con el tratamiento médico ni con el bloqueo el dolor cede y el paciente sigue incapacitado. En esos casos, con dolores muy intensos que alteran la calidad de vida, se considera aplicar procedimientos que hoy son mínimamente invasivos, direccionados para descomprimir el nervio que está siendo apretado por el disco.

La vida después del tratamiento
Los especialistas coinciden en destacar que pasado un tiempo de la recuperación, el paciente está prácticamente posibilitado de volver a la “vida normal”. Esto depende de la magnitud de la hernia y la respuesta que va teniendo, inicialmente, al tratamiento médico. Una vez que cede el dolor, y observando los estudios que hacen el seguimiento del paciente, puede constatarse si la parte afectada está volviendo a la normalidad. 

De todas formas debe tenerse presente que el disco que se hernió, por más que haya recibido cualquiera de los tratamientos disponibles, no vuelve a ser un disco “normal”. Por eso, es aconsejable que el paciente evite ciertos movimientos: es muy común que vuelvan a una situación de vida normal, pero teniendo los cuidados necesarios para no hacer grandes esfuerzos que pongan en riesgo la zona que sufrió la lesión. ",